Re – Sección Urbana parte IV: la depredación y transformación de un territorio.

En el año 2000 el PNUD (2015) formuló los objetivos de proteger, restablecer y promover el uso sostenible de los ecosistemas terrestres, efectuar una ordenación sostenible de los bosques, luchar contra la desertificación, detener y revertir la degradación de las tierras y poner freno a la pérdida de la biodiversidad biológica (s.p). En el Perú, específicamente en la capital, estos objetivos al parecer no se han tomado en cuenta. Este es el caso de las canteras extintas que se encuentran en el borde de la ciudad, según El Comercio (2014): 

En Lima, hay un número indeterminado de canteras informales ilegales que producen materiales que son insumo para la industria de la construcción pero que, a su vez, son el primer eslabón de una cadena mafiosa de este sector de la economía informal que mueve mucho dinero. La mayor parte de estas canteras que producen, procesan y expenden piedra chancada, arena fina y gruesa y hormigón, están en Cieneguilla, San Bartolo, Chosica y Carabayllo. (Figura 1). 

Este proceso económico informal trasciende el tema ecológico-ambiental, como lo indica Naredo (2006), la economía mundial ha generado un desacierto en solo preocuparse en la industria como parte esencial del soporte económico y ha dejado de lado los deterioros sociales o ambientales. Soto Castagnol confirma (citado en El Comercio 2014): “que la extracción ilegal, implica daño ambiental, evasión tributaria y es un punto de partida de mafias de la construcción” (p.1).

(Figura 1) Hugo Flores. 2012. Panel de Ciudad-Canteras al borde Lima. Se explica la relación que tiene las canteras con la expansión de Lima.

La desinformación sobre las canteras operativas actualmente y las que dejaron de operar extintas, según Naredo, no contribuyen a generar una información relevante sobre los deterioros que se ocasionan sobre el medio ambiente y mucho menos sobre la reposición  entendido como un buen plan de cierre de la cantera extinta. Según La Sociedad Peruana de Derecho Ambiental (SPDA), un plan de cierre “se define como un instrumento de gestión ambiental, que permite eliminar, mitigar y controlar los ecosistemas adversos dejados por la extracción para que alcance un ecosistema saludable y adecuado para el desarrollo ecológico” (p.1). 

Si el objetivo principal del Ministerio es la conservación de nuestra naturaleza ambiental, ¿por qué se abandonan las canteras dejando todo deteriorado con un fuerte impacto en el lugar? Será acaso por falta de políticas claras de control y seguimiento, corrupción, vacíos legales que hacen que no se les fuerce a las mineras a cumplir sus planes de cierre, etc. Quizás sean más razones, pero lo que se debería establecer como prioridad son estrategias de desarrollo integrales de acá a 50 o 100 años, donde se planifique cómo será nuestra ciudad y cómo poder integrar estos territorios depredados.

Para esto se tendrá que establecer un catastro serio de todo lo existente y a través de fotografías satelitales, establecer información que permita controlar el proceso de los cambios generados por la explotación minera, y con un buen control del suelo podemos hablar a mediano plazo de un control del territorio que permitirá entablar un diálogo con la futura expansión urbana. 

Este es el caso de los sectores de Manchay distrito de Pachacamac y La Molina. Durante años ha sido despensa de los constructores de Lima. Este trabajo de explotación de los suelos ha provocado una fuerte erosión generando huecos, cavidades, zanjas y vacíos, lo que se ve claramente en lo accidentado del terreno. La extracción no solo ha disturbado el ecosistema de Loma Costera de la zona, sino también han generado problemas de salud considerables. Este es el caso de los dos lugares de intervención que forman parte de esta investigación.Tal como mencionamos en el artículo anterior, hay dos casos considerables en donde se ha visto afectado el ecosistema dentro de La Loma Costera. A continuación, explicaremos detalladamente cada uno.

Caso 1: AAHH. Villa Jardín de la Hoyada – Manchay.-

Forma parte de una cantera extinta que dejó de extraer minerales no metálicos en el 2002 (figura 2) y en el mismo año empieza ocuparse por pequeños barrios en el transcurso de los años.

(Figura 2) Foto Hugo Flores 2012. AAHH. Villa Jardín de la Hoyada –Manchay

Los problemas esta cantera radican en la ubicación, ya que cuentan con una profundidad de menos 30 m de la superficie que evidentemente genera una desconexión con su entorno. Se establecen algunas características del análisis:

    1. Cantera insegura para las actividades urbanas, la topografía de pendientes pronunciadas con profundidades de 30 ml interior del AAHH. Manchay. (Figura 3).
    2. Condiciones medioambientales del ecosistema disturbado. Alto índice de contaminación, bajo índice de área verde por persona y el deficiente manejo de las aguas residuales.
    3. Espacios inadecuados para el desarrollo de las actividades sociales y recreativas, las actividades de recreación, se realizan en espacios inseguros en caso de desastre.
    4. Deficiente e inadecuada infraestructura habitable.
    5. Inconsistente planteamiento de habilitación “urbana”, inadecuada relación horizontal y vertical del AAHH con su entorno urbano a nivel al encontrarse bajo la cota cero se genera un nuevo corte o sección con la ciudad.
(Figura 3). Imagen de Google Earth 2017. Ex cantera Villa Jardín de la Hoyada (Proceso de ocupación) y Gino León 2015. Foto de Cantera
Caso 2: AAHH. La Arenera. La Molina-Pachacamac.

Cantera extinta en los límites de La Molina y Pachacamac, se cerró en el 2003 (figura 5 y 6) y al mismo tiempo empieza su ocupación informal al borde de la Av. La Molina. La cantera tiene un área de 90 hectáreas y se ha extraído 36 millones de m3. Está conformada por el vacío que tiene una altura de 30 metros y su ocupación se ha realizado mediante relleno sanitario, desechos sólidos y eliminación de excedentes de construcción, generando un suelo inestable y de un alto grado de contaminación ambiental y de enfermedades. La actividad económica es el reciclaje, rechazada por la ciudad formal y emplazada al borde de la ciudad.

Después del análisis del lugar se presentan algunas características importantes:

  1. El relleno sanitario es una manera de ganar suelo y lograr el emplazamiento de viviendas. (Figura 4)
  2. Edificaciones informales y de autoconstrucción de más de tres pisos entre la avenida y la Cantera. (Figura 5)
  3. La contaminación ambiental generada por el botadero clandestino.
  4. La falta de habilitación urbana genera problemas integración con el resto del distrito.
  5. La precariedad de la infraestructura al borde de la cantera.
(Figura 4) Foto Google Earth 2002. Foto aérea del terreno La Arenera. La Molina. Se visualiza la expansión al borde.
(Figura 5) Foto Gino León 2017. Terreno de la ex cantera La Arenera. La Molina
(Figura 6) Foto Gino León 2017. Terreno de la ex cantera La Arenera. Se ve la ocupación informal entre los dos bordes: La cantera y la Av. La Molina

El esquema de estructura de modulación urbana desarrollado por el Instituto Metropolitano de Planificación, induce a una ocupación horizontal del territorio. Además, según el esquema, se establecen varias categorías de ocupación determinada por su cercanía al área central Metropolitana. La zona de estudio se encuentra catalogada como Nivel Barrial o Vecinal, determinado por el conjunto de Unidades Básicas Residenciales (U.B.R) (Figura 7).

(Figura 7) Esquema de Estructura de la Modulación Urbana. Instituto Metropolitano de Planificación (IMP)