El home-office se convirtió en una nueva forma de trabajo para muchos debido a la crisis que enfrentamos ante el COVID-19.
En arquitectura diseñamos espacios de acuerdo a la necesidad del usuario, utilizamos esta herramienta tan poderosa para generar soluciones que mejoren la calidad de vida de las personas. Es por ello, que existen tanto libros como manuales y pautas de diseño específico para cada ambiente a proyectar. Construir para personas es sinónimo de analizar el comportamiento y conductas de estas.
Para diseñar espacios de aprendizaje es importante conocer los criterios y conceptos básicos de iluminación, ergonomía, materialidad, elementos sensoriales, flexibilidad, entre otros.
En Learning Spaces (Diana G. Oblinger, 2006), Lori Gee nos describe la importancia del espacio del aprendizaje en los centros educativos como colegios y universidades, algo que sin duda puede aportar para el diseño de espacios de estudio/trabajo autónomo en cualquier tipo de edificación. Este capítulo (Human-Centered Design Guidelines) se centra principalmente en la compresión de los espacios de aprendizaje a partir de las necesidades de sus agentes como estudiantes/profesores de manera que el espacio a diseñar sea de apoyo y no distractor para la trasformación del aprendizaje, llamémosle nuevamente ‘’trabajo autónomo’’.
¿Qué conceptos debemos conocer para empezar a diseñar los espacios de trabajo? Son numerosos, sin embargo, señalaremos los más pertinentes y que se puedan adaptar en casa.
- ESPACIOS SANOS están enfocados en principios ergonómicos y ambientales. La iluminación aquí es fundamental. Se debe aprovechar la luz natural, durante el día. Considerar que la luz natural sea indirecta, es decir que los escritorios, así como aparatos electrónicos deberán estar a contra luz. De noche, porque mucha gente prefiere el horario nocturno, se deberá emplear luminaria que no dañe y perturbe la vista. Las luces frías se usan para mayor concentración y las cálidas para actividades recreacionales dentro del ambiente de estudio.
- Asimismo, es importante que los muebles, escritorios y sillas tengan las medidas adecuadas para el confort del usuario. La ergonomía va más allá de una silla ajustable, es la percepción del espacio y como este está diseñado en función a la escala proporción del ser humano. Deberá ser un ambiente que garantice comodidad espacial, que no necesariamente implica un ambiente grande.
- EL ESPACIO ESTIMULANTE, un espacio de estudio no solo es imprescindible una mesa y un escritorio, sino que el ambiente sea amigable y cómodo para todos los sentidos. Trabajar en el diseño de los espacios para estimular la concentración y favorecer el trabajo autónomo es necesario y eso si se logra con arquitectura.
- LA MATERIALIDAD. Lo principal, una vez más, es que el ambiente sea amigable; por ejemplo, aunque no existe una norma fundamental para esto, se suele recomendar el empleo de una paleta de colores neutros para el ambiente de trabajo, de manera que el espacio se perciba como un área flexible, que no interrumpa la vista, que te brinde calma y limpieza. Aquí la materialidad está ligada más a lo sensorial, a cuál es el impacto dentro del espacio de trabajo. ¿Una pared de collage afectará el desempeño dentro del lugar? Es un debate libre, dependerá de quien sea el usuario. Los muebles de diseño, los tapizados de cuero, no es indispensable, si existe la posibilidad, en hora buena.
Finalmente, estos espacios para el pensamiento, trabajo, reuniones online, estudio, son tan importantes como otros dentro de un hogar, y ahora, con el nuevo estilo de vida al que tendremos que adaptarnos de ahora en adelante por el COVID-19, los ‘’cuartos de estudio’’ u ‘’oficinas dentro de casa’’ serán tendencia y miles de personas optarán por remodelar algún ambiente dentro de casa para el home-office sin duda.